El anti-ídolo. Ensayo y crítica sobre los ídolos contemporáneos.

Creado: 31/1/2012 | Modificado: 31/1/2021 3103 visitas | Ver todas Añadir comentario



 

Sociedad capitalistas. Crítica a los ídolos. Tercera parte

Enderezaste tus pasiones hacia una meta suprema; entonces se convirtieron en tus virtudes.
Friedrich Nietzsche
Cuanto más alto coloque el hombre su meta, tanto más crecerá
Friedrich Von Schiller

Cuando las cosas no van como esperaba, la persona que practica el autogobierno tiene los recursos para ajustar los planes, tomar en cuenta las nuevas circunstancias y seguir avanzando a partir de ese punto. Todo tipo de adversidades se pueden convertir en ventajas si estamos dispuestos a asumir la parte que nos toca para que así sea.

Al gobernarnos a nosotros mismos llegamos a saber bien a fondo lo que queremos para nosotros mismos; llegamos a conocer nuestras necesidades, nuestras prioridades, nuestro deseo de ver las cosas más claras. Este conocimiento aporta inevitablemente un mayor sentido no sólo de la libertad sino también de la seguridad. La persona que se conoce a ella misma y gobierna su vida puede tolerar mayor nivel de ambigüedad, puede enfrentarse con más éxito a la ansiedad y el conflicto porque está seguro de sus propias capacidades. Dichas personas pueden disfrutar del cambio, pueden improvisar con confianza en situaciones desconocidas. Como sugiere el psicólogo Abraham Maslow, esas personas podrán enfrentarse sin miedo a cualquier cosa que le depare el futuro porque tienen la confianza de creer en ellas mismas. El autogobierno fortalece el significado y el valor del ser, y el resultado es un mayor sentido de nuestra dignidad y competencia.

Extracto de "La universidad del éxito", de Og Mandino


Ejercicio de investigación

Imaginemos que usted desea tener un espíritu fuertemente creativo, adquirir o mejorar sus habilidades sociales, obtener un mejor control del estrés y las preocupaciones, comprender los procesos internos de la globalización, desplegar al máximo su caudal intelectual, erigirse en un líder en alguna disciplina concreta, desentrañar los secretos de la psicología de la felicidad... y etc. Perfecto. Anote sus objetivos en un papel. Hoy pueden ser cinco, en un mes o en un año quizás cinco más. A su ritmo. Tómese ese juego en serio. Como si le fuera la vida en ello. De hecho, tomar la decisión de desarrollar facetas de su personalidad le puede cambiar la vida de manera notable. Lea artículos relacionados con esos temas. Procéselos, guárdelo en la memoria. Adquiera un libro de un tema similar, contraste opiniones. Resúmalas en su mente. Salga a la calle y ponga a prueba sus nuevos conocimientos. Experimente, no actúe como un autómata, no repita las mismas pautas de comportamiento día tras día.

Usted es ahora un hombre (mujer) con renovada mentalidad, diferente, receptivo, optimista, entusiasta y con ganas de aprender cosas nuevas. Escuche a la gente, aprenda de sus errores o sus éxitos. No contemple únicamente las hazañas de los vencedores, observe a los fracasados, entienda el motivo de sus frustración, los orígenes de sus descalabros. Busque respuestas, indague, experimente, analice, formúlese preguntas existenciales. Intente en la medida de lo posible buscar el polo positivo de los acontecimientos, exprese gratitud por lo que le ha sido concedido, no olvide que millones de personas se encuentran en situaciones mucho más precarias que la suya y, sin embargo, curiosamente, muchos de ellos a pesar de su infortunio disponen de la fortaleza suficiente para mostrar una cara sonriente. La felicidad no sólo consiste en convertir sueños en realidad, también en aprender a valorar lo mucho o poco que uno tiene.

Continúe su labor. El único fin es el infinito. Las únicas metas son las que nosotros nos autoimponemos. Cuando uno se fija objetivos diversos siempre es posible seguir mejorando hasta el final de sus días. Cuando una puerta se cierra otra se abre. El universo está lleno de posibilidades… para aquél afortunado que conoce esas verdades.

Anote múltiples objetivos plausibles que desee en la vida, no hablo de cosas inalcanzables sino de pequeñas metas como hemos comentado antes. Si cree que sus ídolos representan una fuente fiable para favorecer su crecimiento como persona o profesional de algún ramo, sígalos, consúlteles, rebusque en su biografía, revise en sus acciones y palabras la solución a sus dilemas. Si observa que no obtiene respuestas satisfactorias, sólo palabras vacías o indiferencia, no pierda ni un segundo con él o ellos. Ellos, lo crean o no, pueden erigirse como los mayores escollos para alcanzar el ideal de una vida más plena, para alcanzar la autorrealización. No permita que se entrometan. Usted ahora debe ser el que lleva el timón, desde ahora mismo usted se va a convertir en el auténtico dueño de su vida.

Pobre de aquel que no sabe adónde se dirige porque no llegará a ninguna parte.
No hay viento favorable para el que no sabe adónde se dirige.
Séneca
La vida no te está esperando en ninguna parte, te está sucediendo. No se encuentra en el futuro como una meta que has de alcanzar, está aquí y ahora, en este mismo momento, en tu respirar, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualquier cosa que seas es tu vida y si te pones a buscar significados en otra parte, te la perderás.
Osho
 

Ejemplos de cualidades a desarrollar:
Incremento de la creatividad, adquisición carácter de líder, desarrollo de habilidades financieras o  sociales (inteligencia social), comprensión de la dinámica de grupos, preparación para afrontar y superar situaciones comprometidas, control satisfactorio del estrés,  potenciación de la memoria, dominio de técnicas de estudio, aumento de la autoestima, incremento de la capacidad de concentración, de la capacidad oratoria, resistencia y pérdida de temor al fracaso. Incremento de la fortaleza anímica, mejora del rendimiento sexual.  También podría usted interesarse en la psicología del comportamiento, comprensión de los orígenes de la agresividad humana o del complejo funcionamiento de esa máquina increíble llamado cerebro, estudio sobre los orígenes de nuestra especie (cómo somos, de dónde venimos), análisis de las causas del calentamiento global, averiguar las diferencias entre hombres y mujeres, comprensión de la psicología femenina (masculina). Podría a su vez adiestrarse en psicología conductiva, sacar partido a las fallas del sistema... Parece que no pero todo eso puede a usted propulsarle hacia un nuevo modelo de autoridad y competencia. Hacia un nuevo y más poderoso yo.


Se lo dije y se lo digo ahora, puede aspirar a mucho más que a un mero televidente pasivo y adormecido. La rebeldía, el  impone sacrificios. El mundo de ahí fuera debe ser nuestro objetivo. Somos más grandes que ellos, el problema es que no lo sabemos. Necesitamos que alguien despierte nuestra “bestia interior”. Un estímulo puede ser el fósforo que prende la mecha…

Ejercicio de inversión.

Acumule papeles de periódicos o revistas donde se muestran hazañas de unos cuantos ídolos, escoja aquellos que más admire. Arrugue el montículo de papelotes con fuerza de modo que se concentren en forma de una pelota. Bueno, un tanto cochambrosa le ha quedado, pero sirve igualmente. Ahora le insto a que se ponga a jugar con esa “papelota”, a patearla diariamente durante un rato. Al fin y al cabo eso es lo que hacen algunos de nuestros ídolos, ¿no? Pues imitémosles. Además este trivial ejercicio sale más barato que comprarte un esférico Jabulani de la marca Nike (pronunciado naiki en inglés). Luego libérese y escriba sus sensaciones. Ejemplo: “A partir de hoy, se ha acabado eso de quedarme con cara de tonto contemplando las glorias de los demás. Voy a ser más chulo que todos ellos juntos”. Bueno, ejem, es sólo un ejemplo. Jeje. Y no me mire así, oiga, que yo soy un tipo normal... sólo que educado con los dictámenes de un nuevo tipo de educación, donde por cierto, el sentido del humor es un ladrillo cohesionador esencial.

Verso de dos pesetas:

“Ídolo que no te ha de fortalecer,
que no te ha de educar,
déjalo marchar,
no es ídolo como tal,
sólo un pasatiempo, nada más”


Recuerde que podemos clasificar a las personas en 3 grupos:

- Las que echan la culpa de sus desgracias a todos los demás, nunca a sí mismo, nunca acometen proyecto nuevo por miedo a tropezar, por miedo a emanciparse de la masa irreflexiva. A estos se les denomina individuos pasivos o autómatas.
- Las que en proporción asumen sus culpas, conocen sus puntos fuertes y sus débiles, y tratan de progresar sobre la base de su esfuerzo, y no dudan en calificar sus fracasos como experiencias reveladoras. Esta frase define a un buen porcentaje de individuos de la sociedad.
- Los que asumen no sólo sus defectos si no las de la propia sociedad, y se cambian a sí mismo y dirigen el pensamiento del mundo. En este conjunto se engloban los grandes hombres, apenas un 0.1% de la población.

Yo no sé en que escalafón debería situarme, sí sé que día tras día porfío por definirme con las palabras de este último. Espero fervientemente que se cumpla el efecto Pigmalión. Si no sabe lo que es... ¡búsquelo en Google!





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